El inglés comienza a ganar peso en
España en los años 50. Hasta entonces el idioma extranjero primordial que se
estudiaba era el francés. ¿Fue simplemente una moda o se sujetó a otros
patrones? ¿Por qué una lengua pasa a ser sustituida por otra?
Expondremos, para empezar, unas
pinceladas históricas para entender la hegemonía en el mundo durante
tantos siglos de la lengua francesa. Los normandos aliados de Francia en aquel
momento, invadieron Inglaterra en el siglo IX llevando el francés de entonces a
pisar suelo inglés. Se sentaban de este modo las bases del dominio galo. Una
característica a tener en cuenta para comprender el desarrollo de los
acontecimientos, es que la unificación de la lengua francesa llegó muy pronto,
su Academia fue una de las primeras en crearse. Al ser una lengua tan centralizada
de manera tan temprana, sirvió como vehículo diplomático, teniendo ventaja
en comparación con otras lenguas que continuarían dispersas hasta
épocas más avanzadas y no servirían por ende para este cometido.
Posteriormente, la Ilustración convirtió a Francia en el espejo en el que se
miraban los europeos por todo lo que esta nación transmitía y ofrecía. La
Revolución Francesa y Napoleón no hicieron más que acrecentar estos hechos. A
principios del siglo XX, Francia disponía de un imperio de más de 60 millones
de personas. El resurgimiento del inglés, sin embargo, es hijo de la Revolución
Industrial surgida en el siglo XVIII. Con la llegada de las ciencias y la
tecnología nació el lenguaje científico desarrollado íntegramente en inglés.
Entonces, como citan en este artículo que os recomiendo encarecidamente, “El
Imperio británico comenzó a pisarle los talones a la potencia cultural de
Francia” https://es.babbel.com/es/magazine/como-y-por-que-el-ingles-suplanto-al-frances-como-lengua-franca/. ¿Imperio
británico? ¿Potencia cultural de Francia?” Con esta forma de designar a ambos
países ya están describiendo la obviedad. El imperialismo es el sometimiento a
una nación dominándola económica o militarmente. Gran Bretaña se convirtió en
una nación altamente productiva, pero su carta de presentación no era la
cultura si no el dinero ¿qué tiene más peso que el vil metal? Y Francia aparece
erigida como el adalid de potencia cultural. El prestigio y la cultura que
supuestamente aportaba convertía a su lengua en una moda que todos querían
seguir, pero solo desde ese punto de vista, ya que también poseía otro tipo de
poder.
Ahora la cultura ya no tiene tanto
valor en las sociedades altamente tecnificada en las que vivimos, cuyo
propósito primero es producir sin ningún tipo de ética. Pero también podemos
encontrar un imperialismo lingüístico que se va apoderando de otros países de
forma sibilina pensando, que el aprendizaje de esta lengua es lo mejor para
nosotros porque nos va a ayudar a encontrar trabajo y a ser más exitosos en la
vida. Aunque la enseñanza de las lenguas extranjeras pretende ser neutral, no
podemos obviar que está íntimamente ligada a la política y a la economía.
Recomiendo para adquirir más conocimientos en este aspecto la lectura del
libro Lengua, ideología y poder. La hegemonía del inglés de
los autores Donaldo Macedo, Bessie Dendrinos y Panayota Gounari. En él podréis
encontrar, de forma clarificadora, las estrechas relaciones de las lenguas con
el poder. A continuación os dejo el enlace para que podáis disponer de su
lectura.
Este hecho podemos verlo en las
Escuelas Oficiales de Idiomas que se crearon en España a principios del siglo
XX. La primera escuela apareció en Madrid en el año 1911 con el nombre de
Escuela Central de Idiomas. Las primeras lenguas que incluyeron curiosamente
fueron inglés, francés y alemán. La primera de Galicia fue en La Coruña en
1968 y solo hay que ir observando desde entonces la evolución de las mismas,
para darnos cuenta de la situación económica y política que nos rodea. ¿Por qué
ahora hay chino, por ejemplo, en tantos centros? ¿Por un interés repentino de
la cultura china? ¿o por qué realmente los expertos monetarios dicen que es la
lengua del futuro? ¿Qué interés hay en aprender una lengua tan compleja? Es
fácil responder: el dinero.
¿Realmente fuimos y seguimos siendo
“invadidos” por las lenguas de los países que ostentan el poder? Sentimos tal
vez que no tenemos capacidad de decisión y estamos manipulados por estas
grandes potencias a merced de los mercados, enfocados hoy en día sin duda al
coloso americano. Podríamos verlo desde otra perspectiva y pensar que tal vez
se pueden usar como lenguas francas y para nuestro propio beneficio como arma
de comunicación universal (os dejo este link por si no sabéis lo que es
exactamente una lengua franca https://www.laxabrica.com/lengua-franca/)
Históricamente no tiene muy buena prensa, ya que este término comenzó a usarse
en la dominación de los pueblos. En la Antigüedad con el latín en el Imperio
Romano o el español en la conquista de América. Tal vez sea una forma de tender
puentes y conseguir una comunicación ética para todos. Dejo esta reflexión con
un ligero matiz, el esperanto, una lengua creada para ser neutral lejos de las
que surgen según las potencias de la época, no tuvo el éxito esperado.
Boas Begoña!
ResponderEliminarPrimeiro, gracias por esta reflexión -na miña opinión tan acertada- sobre o peso dos pilares económicos e políticos na transcendencia, uso e estudo das linguas. Concordo contigo en tódolos aspectos que recolliche, os cartos moven o mundo. Aínda así, non podo evitar pensar en como linguas como o chinés, con tantos millóns de falantes, propia dun territorio tan extenso, e cada vez máis poderoso, non creo que cheguen a ser linguas francas. Entre os factores responsables diría:
1. A complexidade da lingua: creo que unha lingua para poder establecerse como lingua franca ten que ser en certo modo accesible e fácil de aprender. Resultaría moito máis sinxelo que os chineses aprendan inglés ca que o resto do mundo aprenda chinés.
2. A retroalimentación entre lingua e cultura: o grande impacto da lingua e cultura inglesas no resto de linguas e culturas do mundo ao longo de todos estes anos, fai que a poboación tenda a identificarse máis co mundo anglófono e polo tanto -como un círculo visioso- a produción e consumo cultural demande máis inglés.
Un saúdo!